El Circo Chino

“La historia universal de la acrobacia se inicia en China, hace ya más de cinco milenios” (Mauclair, 2003, 13).
Los historiadores chinos creen que la acrobacia fue la primera expresión artística corporal del hombre, surgiendo de los cazadores más experimentados, quienes utilizaban para su tarea la habilidad, agilidad, flexibilidad, equilibrio, fuerza y la observación del comportamiento de los animales; estas habilidades son indispensables también en cualquier acróbata.
Los primeros acróbatas de este país, al igual que hacen hoy sus descendientes, utilizaban utensilios de la vida cotidiana para sus números (jarras, platos, sillas, etc.). Luego se incorporaron accesorios de la vida militar de los soldados imperiales (banderas, arcos, jabalinas, etc.).
En China siempre se han distinguido dos tipos de acrobacia: la cortesana y la popular. La acrobacia Cortesana era refinada y estaba a cargo de artistas, generalmente mujeres y niños, que estaban subvencionados por el emperador. En cambio, la acrobacia popular era realizada por los campesinos que dividían su tiempo entre el trabajo agrícola, el servicio a la infantería imperial y a acrobacia; se practicaba en la calle o durante las grandes fiestas como la de año nuevo.
La edad de oro de la acrobacia de este país se sitúa entre las dinastías Han y Song (202 a.c – 1126). Pero a partir de la dinastía Ming, los acróbatas comienzas a participar en las revueltas campesinas y en fiestas religiosas, por ello los emperadores empiezan a mirarla con desconfianza y le quitan la subvención imperial. Este arte se transforma y se hace más agresivo para satisfacer a un público más popular, agrega a sus números aros de fuego, puñales y otros elementos del mismo estilo.
Muchos acróbatas que habían emigrado a Europa o al Sureste Asiático regresan a China tras la revolución soviética, introduciendo en su país el circo occidental. “Bajo una carpa, presentaban espectáculos comparables a los espectáculos europeos, con trapecistas volantes, payasos, elefantes, caballos y fieras. Ya en el siglo XIX, algunas compañías europeas habían obtenido grandes triunfos en China.” (Mauclair, 2003, 15).

Las compañías chinas se autogestionan, repartiendo su actividad en funciones dentro de su región y representaciones en el extranjero. Además deben asegurar la formación de sus artistas en escuelas y asegurarles un trabajo estable.
El sistema educativo dentro del circo es uno de los puntos que diferencian a China de Occidente. En este país se selecciona a los artistas entre los 6 y 8 años y se los educa dentro de la compañía, y a medida que lo requiere el director se los va incorporando en los diversos espectáculos. Cuando ya están en edad de abandonar el escenario, siendo remplazados por nuevos y jóvenes artistas con la misma formación que ellos, pasan a formar parte del quipo técnico, pedagógico, administrativo, de cocina, etc. A menudo también alguno de ellos logra llegar a ser director de la compañía.

Uno de los grandes problemas del circo en China es que “las compañías no se preocupan de conquistar al público local, salvo durante el período de festivales o de grandes fiestas populares. (…) Si no se obligara a las compañías a actuar de vez en cuando en su ciudad, provincia, o a dar funciones dedicadas a los soldados o a los ferroviarios (es decir, para las instituciones que los subvencionan), se olvidarían completamente de su público local.” (Mauclair, 2003, 18).

En la primera parte del siglo XX la acrobacia china ha sido la principal atracción de los parques de diversiones. Un ejemplo de ello es el parque Acrobatic World, un parque que de alguna forma pretende llegar a ser como el Disneyland del circo y que reúne todas las pruebas acrobáticas alguna vez vistas en ese país.

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